Abolir la Prostitución es Condenar a sus Actores a la Clandestinidad.
La sentencia de un juez de lo social de Barcelona abriendo la puerta a que la prostitución pueda ser considerada una actividad laboral no ha dejado indiferente a nadie. No es sólo cuestión de si los que ofrecen sus servicios puedan tener acceso a un contrato de trabajo, cotizar a la Seguridad Social o tener acceso a la prestación por desempleo, El debate va mucho más allá de derechos laborales, adentrándose en los derechos humanos.
Firma en contra de la abolición y a favor de proteger a sus trabajador@s y regular la prostitución, porque
La regulación de la prostitución debe amparar, legislar y proteger un modo de ganarse la vida que no hace daño a nadie, todo lo contrario, hace un bien a la sociedad y es una verdad incómoda.